06 mayo 2010

Comunicado # 6. Sobre Acuerdos y Percepciones. Un asunto de decisión.

Que sirva pues de excusa el caldeado ambiente que por cuenta del vaivén electoral estamos atravesando para detenernos un momento y hacer un poco de reflexión antes de decidir a que tipo de país apuntarle.
Es completamente normal, Per se de entendible y respetable, el que todos tengamos preferencias políticas diferentes que provienen de las distintas orillas desde donde nos haya tocado vivir las experiencias; lo que no quiere decir que ello mismo me deba convertir de manera tácita en una persona radical y aferrada a una "x" orilla que no sea capaz de dilucidar entre objetivos logrados y fallidos en otras orillas del pensamiento. Lo que realmente me interesa ahora es compartir una preocupación que por varios días me ha estado rondando y es la de la vacuidad desde la cual se están generando las opiniones de uno y otro lado y que no están contribuyendo en nada a la construcción del país. Llevamos aproximadamente un par de meses perdiendo un tiempo valioso en discusiones inocuas donde la fórmula del ataque a terceros desde opiniones obcecadas y viscerales no nos está dejando ver o tan siquiera interesar en las diferentes propuestas que los hoy candidatos y equipo de asesores se han tomado el trabajo de elaborar. Propongo entonces, que nos pongamos en la tarea personal de estudiar sesudamente los programas de gobierno que tenemos sobre la mesa porque tengo la certeza que nadie se postula a la presidencia de una nación con la intención de hacerle un mal a la misma. Por el contrario, siento que quien se atreve a asumir este tipo de retos seguramente lo hace desde la más firme convicción de tener una manera de mejorar sustancialmente la situación actual.
Personalmente, veo en estas coyunturas espaciadas cada cuatro años la oportunidad de generar precedentes de cambio sobretodo en el pensamiento colectivo y partir de allí trazar las determinantes de actuación para la mejoría, sabiendo de antemano que ello exige acuerdos entre nosotros sobretodo en la percepción de las cosas. Hace ocho años nos ocupaba un miedo desenfrenado por la seguridad y el país mayoritariamente eligió un camino de dureza con los resultados que ya bien conocemos. Hoy en día se siente un cansancio grande producto de un periodo agotado y lleno de asuntos sombríos sin resolver que te dejan un mal sabor, quizá con algunos resultados, pero con mal sabor. El problema grave es que lo dejamos así y preferimos concentrar la mirada (como es natural en la mayoría de las conductas humanas) únicamente sobre las cosas (para este caso particular) mal llamadas positivas y nos pusimos de acuerdo en que así estaba bien, y por allí mismo, haciéndonos los de la vista gorda ante lo que hoy es un panorama de aceptación bastante preocupante. En otras palabras, hemos construido para el país una plataforma conceptual de actuación basada en la trampa, el silencio y el "todo se vale" con tal de mostrar resultados, es en síntesis el modelo perfecto para una sociedad (como dice una amiga que dice Vallejo) "Cardiólatra" (adoradora del corazón de Jesús) como la nuestra, acostumbrada a tragar entero por decisión propia y desinteresada del bien común.
Lo cierto, es que el haber aceptado este modelo, nos muestra hoy actuando con un proceder a mi juicio errado y paradójico en algunos casos, por ejemplo: decidimos que los fines justificarían cualquier medio, independiente si con ello se cometieron violaciones normativas de todo tipo que hoy nos tienen en el ojo del huracán internacional y que por ello mismo seguimos siendo personas "non gratas" en muchos contextos. La verdad es que no generamos confianza al sabernos permisivos y tolerantes a la trampa. La gente dice que el país ha mejorado, pero cuando hablas individualmente con cada uno te dicen que la situación está muy dura que no tienen ningún tipo de seguridad y que el sentimiento constante tiende a la inestabilidad. ¿Se podría concluir entonces que es un sentimiento aparente y no real? Dice otra gente que el país es ahora un país mas seguro, pero paradójicamente yo no creo que un país sea seguro si me tienen que escoltar batallones del ejército para ir a la finca o para ir de vacaciones. Un sitio seguro es aquel por donde se pueda trasegar sin el temor de ser secuestrado pero no porque hay aumento del pie de fuerza pública, sino simplemente porque dichas prácticas son inexistentes. Es más, si el país dice tener la seguridad que pregona, y además en la teoría se dice que se ha llegado a niveles equilibrados de la misma ¿Porqué existe entonces el miedo al cambio a que otros pensamientos comiencen a labrar en los otros campos atendidos en menor cuantía? ¿Tenemos acaso miedo de perder la escolta? Por otra parte nos queda (como hace poco mencionaba Caballero) una herencia de mezquindad e irrespeto por las instituciones que ya arrojará sus negativos resultados cuando todo esté convertido en un circo gubernamental que fundamente su dedicación laboral a atacar y a defenderse de los otros por las paranoias heredadas en vez de realizar su verdadera gestión. Y créanme que no hay nada más dañino para la estabilidad de un país que la desconfianza en sus instituciones.
No podemos seguir actuando sobre las consecuencias como cuando se prohíben los parrilleros en las motos cuando el día anterior un sicario cometió un asesinato desde una de ellas. Es imprescindible actuar sobre las causas del porque esa persona se hace sicario y tener una plataforma social preparada para cortar las posibilidades del surgimiento de otros nuevos personajes como este, en vez de prohibir las motos.
Por todo lo anterior debo decir que mi preferencia electoral estará guiada por ciertos parámetros que a mi juicio son fundamentales a la hora de emprender una empresa como el Estado: el candidato que esté preparado fundamentalmente para un cambio sobretodo en el proceder de las cosas. Quien esté considerando un real cambio en los acuerdos perceptivos de lo que está dentro del marco de la legalidad y el respeto de los derechos humanos. Quien no esté obsesionado con soluciones bélicas que ya bastante nos han costado. Quien esté mas libre de vicios forma y fondo y que tenga capacidad de refrescar o tal vez liberar esa sensación de pesadez que cargamos, y finalmente quien le devuelva al país la credibilidad y el orden a sus instituciones, porque considero que estas son las bases esenciales para un estado comprometido y de avanzada. Si se continúa siendo un estado transgresor y con los cimientos internamente roídos, las consecuencias serán devastadoras incluso en el corto plazo.
¡Primero la casa en orden!


Hasta la próxima.


3 comentarios:

Diego Andres dijo...

Proesor LRDD, comparto en cierta medida su forma de pensar y su preocupacion por la intension borreguezca de voto guiado por lo que se vende positivamente de un gobierno mientras oculto se queda lo negativo... Sin embargo aun compartiendo su evidente tendencia "Mockusiana" y anti "Santista" [Aunque no asi con esta ultima] siento la necesidad de hacer 2 apuntes:
El primero, si bien ud lo dice en su escrito "La gente cree que el pais esta mas seguro"... Estar mas seguro no significa Ser mas seguro o ni si quiera Ser Seguro en terminos absolutistas, lo cual quiere decir que si en un pais con los problemas de orden publico que evidencia Colombia es necesario una escolta para poder ir a la finca y de esta manera te podes "Sentir" mas seguro, no veo yo ningun problema... asi como cita ud el ejemplo de los sicarios... yo le cito el ejemplo de los presidentes... en paises nordicos, catalogados como los mas seguros del mundo, sus mandatarios bien sean presidentes o primeros misnistros, no por saberse paises seguros es necesario prescindir de la seguridad aramada (Escolta) pues siempre es mejor Sentirse seguro que saberse seguro, no cree usdted?
Por otro lado, tambien comparto el hecho de que cada uno de nosotros tengamos una preferencia politica como anteriormente ud lo cita por pertencer a una orilla "x" bien sea de pensamiento, crianza o circunstancial, lo que no comparto es que aparentemente, en su escrito "imparcial" ocultandolo en su esquema de "preocupacion", trate ud de hacer anticampaña a los otros o al Otro [no incurro yo en lo mismo que le critico] candidato Santos en este caso. Cada cual puede tener sus afectos y desafectos por cada uno de los candidatos, esos es apenas obvio, lo que reclamo es que no se haga de manera directa y lo camufle en velos de preocupacion para influir sobre la gente una preocupacion que siendo suya parezca comun al hacerla de esta manera indirecta; creo mas bien que si escribe un articulo dando sus "pros" y sus "contras" por cada uno de los candidatos y sin ocultar su preferencia o "antipreferencia" si lo puedo llamar de esta manera, podria ser mucho mas nutritivo y transparente.

Unknown dijo...

Yo quisiera comentar Luisro en partes, o por partes.
Es cierto que el tema político es tanto delicado como vulgar. Se usa este concepto como mas favorece o desfavorece para calificar/descalificar actos de interés general mas que individual; sobre todo en época de elecciones presidenciales donde alguien se tiene que jugar el pellejo mediaticamente.
Yo me atrevería, con el consentimiento de Sábato, a afirmar que las tecnologías si que han hecho daño en algunos aspectos, tales como bajar de forma casi inmediata [sin reflexión] las opiniones personales, convirtiéndose en colectivas, al ciudadano ‘común’, confundiendo libertad con manipulación y poder e informando riesgosamente, sin rigor metódico [existe alguno para la libertad de opinión?] a un pueblo crédulo de los medios de comunicación. [estos si que nunca pierden esa confianza institucional de que habla Luisro,, deberíamos revisar aquello también?].
Yo que me siento un ciudadano ‘común’ o ‘promedio’, pero conciente de la tensión que produce la definición en la dirección del futuro del lugar que considero mi hogar, deberé comentar el tema ‘político’ rodeándolo usando como excusa la ignorancia acerca del tema, sin esconder la responsabilidad de la crítica y la palabra.
Comparto completamente la invitación que hace Luisro a estudiar los planes de gobierno de cada partido,, con la seguridad a priori de que cada uno encontrará en el espíritu de cada una de ellas el beneficio colectivo. La diferencia radicará en su forma; en la manera como se define y distribuye el poder y como se delimitan la libertad y la justicia como una virtud ética.
Esto tal vez me abre paso para pensar si lo que discute en este escrito es un problema ético.?
Cuando elegimos un representante que lidiara con los problemas del país hace 8 años no creo que pretendiéramos el camino de la dureza; aprendimos de la experiencia,, hay una necesidad histórica en el establecimiento de las estructuras de poder, un reconocimiento, y así elegimos, es cierto, con los resultados que hoy conocemos. Diálogos inocuos, áreas de despeje, canje de secuestrados [este gobierno también ha hecho todo esto..creo],, y nada de resultados. Inversión en infraestructura, Salud para todos los colombianos,, pero sobre todo paz e igualdad. Sin la primera no puede existir la segunda, como sin libertad no puede existir ética. Se ha tratado por todos los medios, o casi todos, de llegar a una Colombia más justa,, pero se nos olvida la historia muy rápidamente. [fin parte 1]

Unknown dijo...

Un gobierno no es más o menos justo porque se preocupe por la seguridad interna. La justicia es una virtud que se debe defender, o al menos así lo entendemos desde Platón; virtud que hoy determina bajo poder de ley lo que está bien de lo que está mal en sociedad. De nuevo un problema ético, no?
No creo tanto que nos hagamos los de la mirada gorda o que pensemos que “así está bien”, creo que muchos colombianos han pensado que: así está mejor ; no es absoluto,, y veo lejos el día en que lo podamos decir, al unísono, como una verdad. Los escándalos han rondado el gobierno actual por muchas razones: paramilitarismo, infiltrados en el gobierno, destinación de fondos a la Ley de Seguridad, beneficios políticos, et, etc, etc. es un circo. El de Pastrana era tan ingenuo, el de Samper tan vendido, el de Uribe tan corrupto,, al final siempre está la crítica.
Creo que existe una insatisfacción racional en nosotros, pero una satisfacción emocional del gobierno que ahora sale. Me asusta mucho la afirmación de Luisro al pensar que “[…] hemos construido para el país una plataforma conceptual de actuación basada en la trampa, el silencio y el “todo se vale” con tal de mostrar resultados”. No creo en la máxima Maquiavélica de que el fin justifica los medios, no creo tampoco que éste gobierno la optara para llevar las riendas del país. Lo veo lejos de gobiernos como el de Videla, Pinochet y hasta Chávez.
La insatisfacción racional viene al pensar en los objetivos no cumplidos, y la satisfacción emocional es una respuesta casi automática de lo que los colombianos piensan del país después de “la imagen” que le ha brindado Uribe. “persona non grata”? quienes? Nosotros,, por Uribe? Seguro? Uribe a contribuido a que sigamos con ese calificativo.?
Por otro lado Luisro tiene razón, el país no es más seguro, pero se siente más seguro. Pero no somos permisivos ni tramposos, tampoco ingenuos ni débiles. Libertad y Orden dice el escudo nuestro, exhibiendo la tensión que mantienen ambos,, la primera nuevamente no puede llegar a darse sin la segunda, que a su vez no tiene razón de ser sin libertad. Esta relación dialéctica es el más grande de los retos que asume un mandatario en un país como el nuestro.
Luisro apela por un candidato que esté preparado para un radical cambio en el proceder, yo me sumo y añado que antes del proceder deberá tener claro el Fin, el proceder está determinado por la ley..y ésta se debe seguir con rigor, el respeto por los derechos humanos no debiera ser una petición, es un deber fundamental. Yo aun no he escuchado a este presidente llamar en armas al pueblo colombiano, ni gastar el presupuesto en aviones, tanques y balas,, si, en mantener a raya los terroristas aquellos. No lo he visto amenazar a ningún país ni demostrar su poderío armamentista,, si lo he visto pararse firme ante el enemigo de los colombianos y pedir ayuda cuando no puede, ayuda interna cuando se ha requerido. Tampoco seguiría yo un candidato que llegase a hacerlo.
Que la función principal de la ética es la felicidad, dice Aristóteles, como medio y como fin. Es un objetivo sorprendente por lo simple y tan difícil de lograr.
Mi voto será de opinión, como han sido los anteriores. Tal vez para los próximos comentarios me instruya mas en el tema.:P