14 septiembre 2009

Comunicado # 3. Contra lo que nos Merecemos. Cosas que dañan el Genio


Luego de haber terminado paralelamente el libro “La Bestia desatada” de Guillermo Cardona, el artículo “Entre Fierros y Cuadernos” de Mauricio Builes en la revista Semana ed. 1426 y tardíamente la serie “Sin tetas no hay paraíso”, me queda un sinsabor que difícilmente puedo explicar, porque una cosa es aceptar la realidad del país y otra muy diferente es andar exponiendo y celebrando este tipo de cosas como si fuese una cosa para sentirse orgulloso. Por mi parte estoy hasta las narices que cada que llego a un aeropuerto y el oficial de la aduana que revisa los pasaportes, me mire de nuevo de reojo en cuanto nota que mi pasaporte es Colombiano, y no son inventos, sino situaciones reales que son bien molestas porque te hacen sentir de entrada como si debieras algo. Y ni que decir de cuando uno asiste a fiestas o reuniones donde por estar fuera del país la presencia de personas de múltiples nacionalidades es bastante común, es inevitable la pregunta que inicia cualquier conversación: ¿de dónde eres? Y cuando uno responde amable y orgullosamente: ¡Soy Colombiano!, la persona que tienes en frente, la mayoría de las veces te mira, se ríe y pasa maliciosamente su dedo índice por debajo la nariz haciendo alusión a estarse metiendo un pase de perico o cocaína ¡ y eso…!¡Créanme! manda al soberano carajo cualquier ganas de entablar amistad con el fulano que acaba de hacer el chistecito y es inevitable que uno entre dientes y en clarísimo español diga: ¡este malparido! Pero nada, uno se retira con una sonrisa bastante hipócrita y haciendo gala de la diplomacia le dice: Parcero, luego hablamos. Y mientras caminas en busca de algo fuerte para bajar un poco la putería, piensas que no hay que culparlos por ese pensamiento ni por esas chanzas porque de alguna manera nos lo merecemos, porque vivimos celebrando esa puerca y bien conocida cultura traqueta, a todos les vivimos recomendando: Oye, te tienes que ver sin tetas…. Está buenísima…ahhh y el cartel de los sapos…que verrionda serie…jumm y estoy contando los días pa´ que empiece El Capo… ¿ya leíste el libro de Pablo?..¿viste que pesar de la niña que vende rosas?... insisto, nos lo merecemos y además ocurre el efecto contrario, en vez de manifestar oposición o inconformidad con estas expresiones, nos enviciamos a estas series casi como una religión, y se que en muchos sectores de nuestra sociedad Colombiana los personajes de estos mismos seriados son vistos más como unos héroes que como unos villanos y nosotros seguimos quietos sin decir nada, continuamos siendo los mismos personajes apáticos políticamente que no nos importa sino el bienestar individual y que se joda el resto. ¡Pero eso si! hay que vernos pidiendo una visa y echando madres por doquier cuando nos la niegan, pero no pensamos en lo apáticos que somos con nuestro país y sus problemas.
Yo personalmente me pregunto cuando vamos a dejar de ser tan monotemáticos con los asuntos que estamos exportando y más bien no nos preocupamos por solucionarlo como problema interno. No niego que estas cosas son una realidad y que de alguna manera debe ser documentada para que nosotros mismos no continuemos repitiendo la historia, pero insisto en que si queremos quitarnos ese estigma internacional de que todos los Colombianos somos traficantes de droga es importante que empecemos a exportar televisión, cine y literatura acorde con nuestras enormes capacidades creativas y libres de balas, carteles, putas y dinero fácil.
¡Más creatividad con el talento y menos apatía con el país !.

Hasta la próxima.
LRDD